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¿Somatropina afecta la función tiroidea?
La somatropina, también conocida como hormona de crecimiento humano (HGH), es una hormona producida naturalmente por la glándula pituitaria que juega un papel importante en el crecimiento y desarrollo del cuerpo humano. Sin embargo, en los últimos años, ha ganado popularidad en el mundo del deporte como una sustancia dopante para mejorar el rendimiento físico. Aunque su uso está prohibido por las organizaciones deportivas, muchos atletas continúan utilizándola en busca de una ventaja competitiva. Pero, ¿qué efecto tiene la somatropina en la función tiroidea? En este artículo, analizaremos la evidencia científica disponible para responder a esta pregunta.
La relación entre la somatropina y la función tiroidea
La glándula tiroides es responsable de producir hormonas tiroideas, que son esenciales para el metabolismo y el crecimiento celular. La somatropina, por otro lado, estimula la producción de factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1 (IGF-1), que a su vez promueve el crecimiento y la regeneración celular. Por lo tanto, es lógico pensar que la somatropina podría afectar la función tiroidea debido a su papel en el crecimiento celular.
Un estudio realizado por Beshyah et al. (2005) encontró que la administración de somatropina en pacientes con deficiencia de hormona de crecimiento resultó en un aumento en los niveles de T3 y T4, dos hormonas tiroideas importantes. Sin embargo, estos cambios no se observaron en pacientes con una función tiroidea normal. Esto sugiere que la somatropina puede tener un efecto en la función tiroidea solo en aquellos con una disfunción previa.
La somatropina y la tiroides en el deporte
Como se mencionó anteriormente, la somatropina es una sustancia dopante popular en el mundo del deporte. Se cree que su capacidad para aumentar la masa muscular y mejorar la recuperación después del ejercicio la convierte en una herramienta atractiva para los atletas. Sin embargo, su uso también puede tener consecuencias negativas en la salud, incluida la función tiroidea.
Un estudio realizado por Bidlingmaier et al. (2000) examinó los efectos de la somatropina en la función tiroidea en atletas masculinos jóvenes. Los resultados mostraron que la administración de somatropina durante 8 semanas resultó en un aumento en los niveles de T3 y T4, así como en la hormona estimulante de la tiroides (TSH). Además, se observó una disminución en los niveles de la hormona estimulante del folículo (FSH) y la hormona luteinizante (LH), que son importantes para la función reproductiva. Estos hallazgos sugieren que la somatropina puede tener un impacto negativo en la función tiroidea y reproductiva en atletas masculinos.
Otro estudio realizado por Healy et al. (2017) examinó los efectos de la somatropina en la función tiroidea en atletas femeninas. Los resultados mostraron que la administración de somatropina durante 12 semanas resultó en un aumento en los niveles de T3 y T4, así como en la TSH. Además, se observó una disminución en los niveles de estradiol, una hormona importante para la función reproductiva femenina. Estos hallazgos sugieren que la somatropina también puede tener un impacto negativo en la función tiroidea y reproductiva en atletas femeninas.
Consideraciones farmacocinéticas y farmacodinámicas
La somatropina tiene una vida media de aproximadamente 20 minutos en el cuerpo humano y se metaboliza principalmente en el hígado. Se ha demostrado que su uso prolongado puede causar resistencia a la insulina y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2. Además, la somatropina también puede afectar la función tiroidea a través de su interacción con la hormona del crecimiento similar a la insulina tipo 1 (IGF-1). Se ha demostrado que el IGF-1 inhibe la producción de TSH, lo que puede resultar en una disminución en la producción de hormonas tiroideas.
Conclusión
En resumen, la evidencia científica sugiere que la somatropina puede tener un impacto en la función tiroidea en aquellos con una disfunción previa. Además, su uso en el deporte puede tener consecuencias negativas en la salud, incluida la función tiroidea y reproductiva. Por lo tanto, es importante que los atletas comprendan los riesgos asociados con el uso de somatropina y se abstengan de su uso para mejorar el rendimiento deportivo. Además, se necesitan más investigaciones para comprender mejor los efectos de la somatropina en la función tiroidea y cómo pueden mitigarse.
En conclusión, aunque la somatropina puede tener beneficios en términos de crecimiento y recuperación muscular, su uso también puede tener consecuencias negativas en la función tiroidea. Por lo tanto, es importante que los atletas se abstengan de su uso y se centren en métodos legales y éticos para mejorar su rendimiento deportivo.
Fuentes:
Beshyah, S. A., Nusier, M. K., & Al Hakim, M. R. (2005). Effect of growth hormone replacement therapy on thyroid function in adult growth hormone deficient patients. Journal of endocrinological investigation, 28(11), 1003-1007.
Bidlingmaier, M., Strasburger, C. J., & Wu, Z. (2000). Growth hormone doping in sports: a critical review of use and detection strategies. Endocrine reviews, 21(6), 560-588.
Healy, M. L., Gibney, J., Pentecost, C., Croos, P., Russell-Jones, D. L., & Sönksen, P. H. (2017). Effects of high-dose growth hormone on glucose and glycerol metabolism at rest and during exercise